¿A qué estoy esperando? ¿Cómo puedo hacer que cada día de mi vida cuente?
Piensa en tu propia muerte. Memento mori, recuerda que vas a morir, pero no para angustiarte, sino más bien para aprovechar cada día, cada hora, cada minuto de los días que te quedan en esta vida.
Vive con un propósito. El pensar que la vida se acaba desde el momento en que nacemos y que no tenemos la certeza de cuando va ser, debe hacer que busquemos nuestras metas con más ahínco y que estas sean más claras.
Pensar en que algún día será el último que viviremos algunas experiencias hace que podamos centrarnos en el aquí y ahora.
No regales tu tiempo a la ligera. El tiempo es lo único que no podemos recuperar.
Practica la gratitud. Agradece que estás vivo, que estás viva y aprovecha tu tiempo.
Vive plenamente.
¿A qué estás esperando? ¿Cómo puedes aprovechar tu tiempo hoy? ¿Cómo puedes vivir en el momento?